viernes, 13 de septiembre de 2013

El abrazo, proyecto Brancusi.

Vista exterior.  Marmol negro u cúpula de gresite de cristal-

Animado por la belleza y el tamaño de los templos de Rumania, he decidido hacer un homenaje a Brancusi, proponiendo la construcción de un pequeño templo para contener la letra H. Centrar todo el contenido de la propuesta en el principio de humanidad.

Vista del interior. 7,30x31,10x 110. cm. Granido gris de Quintana de la Serena. 2013

jueves, 5 de septiembre de 2013

La letra H

Mujer sin nombre. Foto de Vaggelis Fragiadakis, Quiere cobrar y expone los rostros sin nombre, el también roba las imágenes. 
Mujer de la India. Foto Ziza.es Que exponga quienes son.
Xisto Celso 62 Perú
Constantin Brancusi. 
La letra, la palabra humanitas
En la H “humanitats”, se centra la cualidad que nos distingue de otras formas de vida; “somos materia humanizada”. Una especie más, sin otra valía ni apelativo que el que nos proporciona la conciencia de lo que somos.  Esta distinción nos obliga a ser garantes de la vida ya que somos portadores de valores y osadías, de peligros implícitos, de bondades explícitas, de distinciones arriesgadas y en ocasiones aventuradas. Son vectores que nuestra especie lleva asociada y que pone en riesgo el principal valor; el de la vida.
El concepto de humanidad hoy está devaluado, es una palabra más de las muchas que se agitan entre los señuelos del mundo. Vemos como el depredador tecnológico, hijo de nuestras manos, se está haciendo cada vez más virulento e incontrolado. La palabra ha perdido la gravedad de otro tiempo, o quizá no lo tuvo nunca excepto en las grandes frases escritas en piedra. El concepto de Humanidad se presenta con intención moral y con designios intemporales. Pienso en el cromosoma, en la memoria del huevo, y constato como la superación en la mejoría general de la vida nos conduce también a la creación y  mejora de la condición humana; la obra de Brancusi lo confirma.

Abrazo es una propuesta ética que lucha contra el desánimo y apuesta por la transcendencia de la vida. Propone la forma del cromosoma abrazado por el poder misterioso del nucleótido. También la recuperación y el significado original de la palabra HUMANIDAD y su legado en la HISTORIA. Es una forma elemental cargada de significados que se instala en un pequeño templo. Una capilla respetuosa y pequeña, un espacio sagrado como son los templos en Rumania. Pienso que hay que construir un lugar donde se custodie su contenido con especial atención. Tenemos que ser vigilantes y portadores del valor transcendente del hombre y la mujer. Hacer un templo de mármol oscuro, una forma bien tensada que soporte la idea primordial del genero humano, el símbolo germinal del huevo y la palabra humanizada. La obra es una arquitectura circular, una peana como las de Brancusi, pero hueca para que forme la urna que contiene y soporta el valor de la vida. Tambor de resonancias que también acoge la letra H, la primera letra de “Humanitas”, esta entendida como el ejercicio y practica formativa que busca mejor las cualidades de las personas.  Igual que muchos templos de Rumania, el templo tiene una barbacana no adherida, un pequeño filtro por donde se accede a la parte inferior. El tambor es soporte del huevo y donde se contempla y custodia el concepto de HUMANITATS.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

El huevo, la cuna y el sepulcro.



El huevo como símbolo del origen y contenedor espiritual.

Concepto exterior del proyecto. El huevo, la cuna y el sepulcro.
Mircea Eliade afirma que en la pascua el huevo representa el eterno renacer, es el símbolo de resurrección y a la vez el sarcófago de la muerte. Los muros del sepulcro de Jesús son también el eterno lecho del despertar. Cristo resucita rompiendo la lápida y la corteza del tiempo, abre el sepulcro que es la caja de la eternidad y emerge a la vida como el ave Fénix. Es una creencia antigua que todavía podemos observar en los efectos de los albores del amanecer y que yo ensayé durante todo un año como queda registrado en: http://fenixlacomella.blogspot.com.es  
También Fénix renace del huevo, matriz original que él mismo construye con sus cenizas recicladas, con incienso, cardamomo y otras especies aromáticas. Con ellas hace un sepulcro para su padre, que es él en el pasado, y lo transporta a la espalda hasta el templo del sol en Heliópolis (Egipto) Con esas cenizas cálidas se hace, se reconstruye cada día entre los resplandores del sol. Este hecho nos recuerda que somos Herederos del Huevo Humano y de su Historia; el cromosoma eterno.
De este corto resumen se desprende el presentimiento común de que tras la muerte nada termina, que todo queda fermentado en la marmita de la vida y que la continuidad es posible en el eterno renacer. En la obra de Bancusi el huevo se presenta como forma, pero también es una matriz simbólica. Es una “forma viva” que nos acoge antes y después de la vida consciente, es el espacio intersticial entre la memoria mineral y la vida. Lo Humano también es parte del origen y regresa a él para dormir en su eterna membrana; el huevo...

El proyecto en homenaje a Brancusi toma la forma exterior de un templo pequeño y sencillo rematado en forma de huevo. El interior esta ocupado con la escueta forma de una idea y en la ausencia total de ornamentos. Se ha de ocupar con un símbolo elocuente, rotundo y fácil de recordar por mucho tiempo, un contenido especial que nos ha de implicar como especie responsable de los designios de la vida en la tierra. Todo el espacio queda ocupado con las cinco piedras que forman la letra H, ellas configuran una pregunta complejas, en algunos casos incontestable; ¿qué forma el abrazo con la vida? Son bloques de granito definidos con cortes naturales en cantera, ellos han de saturar el espacio por contraste y por sus dimensiones respecto a la escala humana.

Contenido interior

 Cromosoma unido, abrazado en el centrómero.

La biblioteca como centro de la humanidad.

Contenido interior
En la base de la idea se conjugan los significados de la mano; sus valores simbólicos: el sentido de la unión, la caricia, su poder habilidoso y el alcance afectivo. Destaco de la mano la capacidad para generar pensamiento y su derivación en el hecho de humanizar. Pienso como escultor que habla con la materia e intuye que las manos son la base y el encuentro con la cultura, el germen de lo que somos hoy. Germen es también la información que contiene el huevo, el cromosoma que presta su forma.
En el abrazo se despliegan sentimientos complejos, juegos sinuosos,  complicidades internas, amores y deseos, entregas que van más allá de la pasión amorosa y un sinfín de comunicaciones indecibles. En el “abrazo” se manifiesta la unidad, el acoplamiento, el compromiso, la pertenencia y la permanencia como especie. Como queda explicitado, en el abrazo se suman todos los preceptos amorosos, en él se encuentran y se suman las bases solidas que forman la vida; los cromosomas son sus valedores y la información que conllevan contemplan también la apariencia de la H de humanidad.

En la nueva versión del amor se desprenden  cuestiones biológicas complejas; en el abrazo hay algo más que pasión. Así la solución ha sido separar un poco las figuras, enlazarlas como están en el centrómero, o externamente con brazos y manos. En el beso permanecen unidas en el mismo bloque, es una mirada sencilla pero todavía queda algo de pasional, instantáneo, tierno y sensual. El abrazo presenta los enlaces de la ternura y el amor en otra escala, en otro nivel conceptual para formar un sentimiento nuevo y extenso; la alianza con la vida. Es una ampliación de la primera idea y una mirada intemporal e impersonal del principio del amor. La H figura un cromosoma y también es la primera letra de HUMANIDAD y emerge de las cinco piedras. La forma de: El abrazo, queda expresada como concepto nítido, explícito en su intima relación. Obviadas todas las emociones y explicaciones, ya que en el bloque quedan contenidas, implicadas conceptualmente; la obra transpira el estado permanente del misterio. Todo lo humano se da aquí con plenitud, como es natural también el beso. El beneficio de representarlos enlazados por los brazos, por el centrómero, unidos en el mismo bloque, abre una situación más compleja, más mínima, mental y abstracta, no tan sensual, descriptiva y directa, pero si más unida a principios intemporales y firmes. En El abrazo queda implícita la alianza entre dos seres que se unen plenamente con ternura y confianza para dar paso a un nuevo ser; son almas que se acoplan en un fundamento coordinado, el biológico, el espiritual y el material...